MEMORIAS DE UN PESCADOR: PESCA SIN MUERTE EN MI PUEBLO

Mi pueblo, donde nací, donde me crié y donde me forme como pescador desde la mas temprana edad, a pesar de las aguas negras que por aquella época portaba el río. Aguas negras como el carbón que lavaba en los distintos lavaderos a lo largo de sus orillas, no se como pero sobrevivian algunas truchas anguilas y pescardos, estos últimos eran la presa a nuestro alcance que pescábamos con varas de avellano un hilo negro y una alfiler para hacer el anzuelo,( se puede decir que ya pescábamos sin muerte ) todo este material se lo sisabas en la caja de costura de tu madre. Así pasábamos los amigos la mayor parte del verano y así nos fuimos iniciando en esta modalidad que es la pesca de la trucha.

A medida que los años van pasando te vas metiendo cada vez mas, y casi se convierte en una necesidad obsesiva, y mas aun cuando te especializas un poco en una modalidad como la pesca a cola de rata.En este mi pueblo tenia una zona donde pescaba lo que quería, es decir que raro era el día que no sacara truchas y en la cantidad que quería, el cupo era lo normal, a pesar de que los antiguos cupos eran numerosos 24, 20, 18, 15, 12, y 8 que es el actual numero de truchas permitido. Pues ese trozo de río que yo tenia como mi lugar favorito de pesca, cercano a mi casa y fácil de andar no era muy largo, un kilómetro mas o menos y claro no lo pescaba solamente yo, el numero de pescadores era abundante y había truchas y buenos ejemplares. Y llegaron los iluminados de las asociaciones y grupos de pesca así como el departamento de pesca del gobierno de Asturias, primero vedaron un tramo y unos años después plantaron una zona libre sin muerte, y a que no sabéis que sucede, que las truchas desaparecieron, se ven cuatro y date por contento. Todavía estoy esperando que aparezca una autoridad competente que me demande mi documentación algún día de los que practico la pesca sin muerte en el lugar.