Este mes me toca visitar los libres sin muerte de la comunidad, y cada vez es mas grande mi decepción, porque es muy fácil a esta administración asesorada por grandes y elocuentes expertos en la pesca, hacer cotos sin muertes y tramos libres sin muerte, y después abandonarlos y dejarlos en manos de furtivos y desalmados, sin vigilancia y esquilmados por la misma administración con la maldita pesca eléctrica, para transportar las pocas truchas que por allí campean a cotos sin muerte, como el de Mieres para que la competición del momento sea un éxito de capturas y organización alardeando de ello en los medios de comunicación ocultando la realidad del momento con las truchas de nuestra región. Nada tengo contra la competición, yo mismo he pasado por ella aunque haya sido de puntillas, pero la élite tiene que competir en los tramos libres de los ríos y nos demuestren así que tan élite son entre los miles de pescadores que tenemos que tragarnos cada día menos zonas libres y con truchas. Tampoco estoy contra la pesca sin muerte, porque la practico habitualmente si quiero o quería pasar un día agradable (eso ya pasó a la historia) me dedicaba a practicarla, pero lo que ocurre hoy día con los acotados y libres sin muerte es demencial, ese trasiego de truchas de aquí para allí es totalmente negativo para las truchas y los tramos de rió donde se pescan con la pesca eléctrica, y que ningún experto me quiera contradecir, porque podemos hacer la prueba dándole un calambrazo del nivel que reciben las truchas en sus hu... o partes bonitas y después que opine por experiencia.
Dicho todo esto, tengo que decir que ayer día 16 he visitado el tramo libre sin muerte de Grao, y fue un espanto total, quien ha conocido el tramo cuando fue coto y lo visite ahora tiene que hechar manos a la cabeza, los accesos al rió un peligro salvo dos o tres sitios y como todos la vigilancia brilla por su ausencia, una pena el abandono total de estos tramos además de la ausencia de truchas, cuatro horas para sacar dos truchas trabajando y arriesgando las moscas para hacer subir alguna.
En el limite inferior, el puente de la carretera general, bajar al río es una odisea con riesgo elevado.
Las tablas estaban muertas, hasta de insectos.
El caudal era mas bien escaso, pero en estos rincones pude lograr las dos capturas del día, poco premio para el esfuerzo realizado.
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